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• Sentarnos a comer juntos, es mucho más fácil dedicarle a la comida al menos media hora, que es el tiempo mínimo que recomiendan los expertos para no terminar engullendo los alimentos.
• También ayuda a desconectar de los problemas si mantenemos una conversación agradable con el resto de comensales, siempre que no estemos mirando el móvil.
• Por si fuera poco, está demostrado que comer en familia ayuda a que los niños adquieran buenos hábitos en este sentido y reduce el riesgo de trastornos de la conducta alimentaria entre los adolescentes.

Comer en compañía puede tener muchos beneficios tanto para la salud física como mental. Aquí hay algunos de los beneficios más importantes:

Mejora la salud mental: Comer en compañía puede mejorar el estado de ánimo y reducir los niveles de estrés. Socializar y tener conversaciones agradables durante las comidas puede mejorar la salud mental y reducir la sensación de soledad.

Promueve una alimentación saludable: Comer en compañía puede ayudar a promover una alimentación saludable, ya que se tiende a comer más conscientemente y a tomar decisiones más saludables al comer en grupo. Además, la influencia social puede animar a las personas a elegir opciones de alimentos más saludables.

Fomenta la conexión social: Comer en compañía puede ser una excelente manera de conectarse socialmente con amigos, familiares y compañeros de trabajo. Esto puede mejorar las relaciones interpersonales y crear un sentido de comunidad.

Puede aumentar el disfrute de la comida: Compartir una comida con otros puede aumentar el disfrute de la comida. Esto se debe en parte a que la conversación y la compañía pueden reducir el estrés y la ansiedad, lo que permite a las personas disfrutar más de su comida.

En resumen, comer en compañía puede tener muchos beneficios para la salud mental y física. Desde mejorar la alimentación y fomentar la conexión social, hasta aumentar el disfrute de la comida, hay muchas razones para compartir una comida con amigos, familiares o compañeros de trabajo.